Para continuar con la práctica de la escritura del diálogo narrativo, aquí tenéis el poema "La muralla", de Nicolás Guillén.
El ejercicio consiste en lo siguiente:
- Vamos a transformar el poema en un texto en prosa, es decir, donde se escribe hasta acabar las líneas (a diferencia del verso). Para ello, abre un documento nuevo en Word o Libre Office.
- El diálogo marcado en
negrita, lo escribimos siguiendo las reglas.
Además, de vez en cuando añadiremos unas palabras en las que se aclare quién habla usando distintos verbos de lengua (no solo
decir).
Para todo lo anterior,
MIRA EL EJEMPLO QUE HAY DEBAJO DEL POEMA "LA MURALLA"
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Nicolás Guillén con Ana Belén |
LA MURALLA
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
¡Tun, tun!
¿Quién es?
Una rosa y un clavel…
¡Abre la muralla!
¡Tun, tun!
¿Quién es?
El sable del coronel…
¡Cierra la muralla!
¡Tun, tun!
¿Quién es?
La paloma y el laurel…
¡Abre la muralla!
¡Tun, tun!
¿Quién es?
El alacrán y el ciempiés…
¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…
Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte…
Tomado de La paloma de vuelo popular, en Obra poética 1920-1972, La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1972.